“Me callo porque es más cómodo engañarse, me callo porque ha ganado la razón al corazón”
El otro día escuché el estribillo de esta canción y me quedé pensando en aquello de “me callo porque es más cómodo engañarse”. Me hizo sentido porque caer en esta actitud es más frecuente de lo que pensamos.
¿Cuántas veces te has dicho a ti misma que quieres traspasar y vencer tus miedos, en especial el miedo a hablar en público, pero has preferido quedarte en la comodidad del silencio?.
Esto porque seguramente te atrapa otro miedo que es incluso más grande que el anterior, el miedo a ilusionarte. A creer que puedes y luego decepcionarte. Y es ahí donde la comodidad de callar, de fingir que todo está bien tal como está o de engañarte convenciéndote que la situación no es tan molesta, parece ser “menos dolorosa” que comprometerte en un esfuerzo de trabajo real y concreto para superar el miedo escénico.
Y, finalmente, esa comodidad de quedarte en silencio te lleva a limitar tu carrera profesional, a no concretar un ascenso en el trabajo o incluso a abandonar la idea de moverte a un espacio laboral nuevo con mayores proyecciones profesionales y económicas. Todo, por no desarrollar tus habilidades para comunicar lo que sabes o para dirigir equipos de personas.
¿No te parece que este escenario hace que sea mucho más icómodo “callarse y engañarse”?.
Mi invitación es a que no dejes que la razón (irracional) le gane a tu corazón. Porque cuando descubras el camino para salir de ese miedo que te tiene atrapada, ya no habrá retorno. A partir de entonces, enfrentarás nuevos desafíos, sí, pero un día te darás cuenta que disfrutas aquello que tanto pánico te provocaba y dejarás que tu VOZ ocupe el lugar que siempre mereció.
Si sientes que estás en el momento de ir a la acción y avanzar, a pesar del miedo, te invito a que CONVERSEMOS.